La crisis por COVID-19 enfrentó a los operadores de logística numerosos desafíos, tuvieron que trabajar arduamente para garantizar que los suministros y bienes lleguen a los clientes y las tiendas. Muchos procesos tuvieron que ser reestructurados y repensados. ¿Se convertirán en la «nueva normalidad» en el mundo pospandémico? Aquí hay cinco cosas que ya aprendimos de la crisis en términos de transporte y logística:
1. El transporte tiene una función impulsora.
Imágenes de estantes vacíos en supermercados, grandes colas de camiones en los cruces fronterizos, cuellos de botella de suministro para productos de China: las últimas semanas han dejado en claro cuál es el papel esencial y fundamental que desempeña el transporte y la logística para nuestra sociedad. La política, la economía y los consumidores han reconocido la importancia sistémica del sector y las personas detrás de él para el suministro. Esto podría cambiar la imagen también en el futuro y aumentar el aprecio por los expertos en logística, conductores de camiones y todas las demás personas que mantienen la cadena de suministro.
2. La logística necesita innovación
El confinamiento por Covid-19 ha demostrado cuán rápido pueden cambiar el comportamiento y los hábitos de los clientes y, por lo tanto, las demandas de logística. Las cadenas de suministro tuvieron que reorganizarse por completo en muy poco tiempo. El transporte y la logística deberán poder reaccionar de manera ágil y flexible a las nuevas situaciones y tendencias en el futuro. Las simulaciones son una buena herramienta para prepararse para posibles escenarios.
3. Las cadenas de suministro deben ser resistentes
Las operaciones complejas no funcionan bien en una emergencia. Para crear cadenas de suministro sostenibles y resistentes, los procesos logísticos deben simplificarse y reinventarse. Los aspectos clave en el futuro de la logística son la cooperación y la colaboración. Si el almacenamiento, los conductores y los vehículos son escasos, ¿qué podría ser más obvio que compartirlos? Las redes y la colaboración beneficiarán a todas las partes involucradas, por ejemplo, si las existencias necesitan ser coordinadas, las operaciones de carga optimizadas y los procesos agrupados.
4. La digitalización es clave
A raíz de la pandemia por COVID-19, muchos procesos tuvieron que digitalizarse rápidamente, también en el sector logístico. La digitalización proporciona la base para garantizar que las cadenas de suministro funcionen de manera confiable incluso en condiciones difíciles. Y esto es cierto para los datos de rutina en tiempo real y el despliegue eficiente de vehículos y conductores, o para cambios a corto plazo de las condiciones de trabajo (como durante emergencias).
5. De simples gadgets a verdadera innovación.
La crisis de COVID-19 no solo está impulsando la digitalización en la logística, sino que ahora otras tecnologías nuevas podrían usarse próximamente. Robots de entrega, por ejemplo, han experimentado un verdadero auge en las últimas semanas. En Milton Keynes, Inglaterra, se utilizan vehículos autónomos para repartir compras; en la ciudad china de Wuhan están transportando suministros médicos. En Ghana, los drones están entregando pruebas y muestras de COVID-19 a las instalaciones de prueba. Existe un gran potencial para la innovación en logística, no solo en la última milla, parte de la cual podría llegar ahora más rápido de lo esperado.