No es ningún secreto que el sector de la logística es uno de los mayores contribuyentes a las emisiones globales de carbono, generando aproximadamente un tercio del total de CO₂ a nivel mundial. En muchos países desarrollados, es el sector con las emisiones más elevadas. El transporte es el único sector en el que las emisiones de gases de efecto invernadero han aumentado en los últimos treinta años, con alrededor del 27% de estas procedentes de los camiones. Y la demanda no hará más que crecer. Se prevé que la actividad total de transporte de mercancías por vehículos comerciales pesados y ligeros alcance unos 2 billones de toneladas-kilómetro para 2030, lo que supone un incremento del 24% respecto a 2015.
Mientras tanto, las ventas de e-commerce seguirán aumentando, incrementando aún más la demanda de entregas de última milla.
Todo esto sugiere que las emisiones de carbono del sector logístico seguirán creciendo. Pero no tiene por qué ser así.
El e-commerce no debe significar necesariamente más tráfico en las carreteras. De hecho, aumentando el número de pedidos online y consolidando las entregas, es posible reducir los desplazamientos individuales en coche hacia tiendas y centros urbanos. Y si el sector retail y logístico en su conjunto se enfocara en la eficiencia con un mismo enfoque, podría empezar a reducir su impacto ambiental, incluso en un contexto de demanda creciente.
Para que esto ocurra, las decisiones deben basarse en datos y estar respaldadas por la tecnología. Hemos hablado con el CEO de PTV Logistics, Steven De Schrijver, para conocer su opinión sobre lo que las empresas de logística deberían hacer para que sus operaciones sean más sostenibles y cómo esto podría evolucionar con el progreso tecnológico.
¿Cuáles son las acciones inmediatas que las empresas pueden emprender para hacer su logística más sostenible?
“La belleza de la sostenibilidad en logística no siempre implica intervenciones masivas y costosas. Existen acciones rápidas y realmente efectivas. La más importante, y lo vemos constantemente, es reducir los kilómetros en vacío. Nuestra convicción – el kilómetro más verde es el que no se recorre – es fundamental. Incluso una reducción del 5-10% en los viajes en vacío tiene un impacto significativo
Además, optimizar la planificación de los muelles junto con la optimización de rutas es una combinación sorprendentemente eficaz. A menudo las empresas optimizan una cosa sin la otra, lo que genera ineficiencias.
Por último, una revisión exhaustiva de las rutas actuales, identificando y eliminando bucles o desvíos innecesarios, puede ofrecer resultados inmediatos. Se trata de oportunidades relativamente simples de implementar rápidamente y que aportan un retorno de la inversión tangible.”
Desde el punto de vista de una estrategia a largo plazo, ¿dónde deberían invertir más las empresas?
“A largo plazo, la mayor inversión debe centrarse en los datos y en la tecnología que los aprovecha. Los datos son el nuevo combustible, como solemos decir. Las empresas deben ir más allá de la planificación reactiva y adoptar el análisis predictivo. No se trata solo de saber dónde está un camión en este momento, sino de anticipar la demanda futura, las posibles interrupciones y optimizar la asignación de recursos – conductores, camiones, remolques – de forma proactiva.
En segundo lugar, invertir en plataformas de optimización de rutas flexibles y escalables es crucial. El futuro no es estático; es dinámico. Las plataformas deben adaptarse a los cambios normativos, a los precios del combustible y a la creciente complejidad de los combustibles alternativos..
Por último – y esto a menudo se pasa por alto – invertir en las personas que pueden interpretar y actuar sobre los datos. El rol del planificador está evolucionando.”
Si una empresa pudiera hacer solo una cosa para que su logística sea más sostenible, ¿qué recomendarías?
“Si tuviera que elegir solo una, sería abordar de manera decidida los kilómetros en vacío. Es la palanca más importante para lograr un impacto inmediato. No se trata únicamente de encontrar cargas de retorno; se trata de repensar radicalmente cómo se diseñan las rutas y cómo se asignan los recursos para minimizar estos viajes sin carga. Esto requiere un cambio de mentalidad: pasar de simplemente mover mercancías a optimizar toda la red logística.”
¿Qué avance tecnológico en el sector logístico ha tenido el mayor impacto en la sostenibilidad y de qué manera?
“Sin duda, la difusión de los softwares de visibilidad en tiempo real y los datos que generan. Históricamente, la planificación logística se basaba en información limitada y, a menudo, en suposiciones. Hoy contamos con datos en tiempo real sobre la ubicación de los vehículos, las condiciones del tráfico e incluso el comportamiento de los conductores. Esto permite ajustes dinámicos en las rutas, resolución proactiva de problemas y un nivel de precisión antes impensable. La combinación entre visibilidad en tiempo real y plataformas de optimización de rutas es revolucionaria, porque nos permite pasar de una planificación reactiva a una planificación predictiva.”
¿Cómo está cambiando la planificación de rutas con el aumento de los vehículos eléctricos y el uso de combustibles alternativos?
“Está añadiendo un nivel significativo de complejidad, pero también una gran oportunidad. Los vehículos eléctricos y los combustibles alternativos introducen restricciones relacionadas con las paradas de recarga, la ansiedad por la autonomía y la disponibilidad de infraestructuras. La planificación de rutas ahora debe incluir las paradas de recarga, considerar el desgaste de las baterías y tener en cuenta la disponibilidad de estaciones de carga. Ya no se trata solo de la distancia más corta; se trata del recorrido más eficiente considerando el consumo energético y las necesidades de recarga. Estamos desarrollando algoritmos que abordan específicamente estos retos, optimizando las rutas para reducir al mínimo los tiempos de recarga y maximizar la utilización de los vehículos. Es un puzzle complejo, pero que estamos resolviendo activamente.”
¿La logística colaborativa se está volviendo más común? Si es así, ¿qué desafíos presenta para la planificación de rutas?
“Está ganando terreno lentamente, y creemos que es esencial para el futuro. El potencial de eficiencia mediante la compartición de recursos – camiones, remolques, incluso conductores – es enorme. Sin embargo, presenta desafíos significativos. La seguridad de los datos es fundamental. Las empresas son comprensiblemente reacias a compartir información sensible. Además, la planificación de rutas se vuelve exponencialmente más compleja cuando se coordinan flotas múltiples y se garantiza la compatibilidad. Se trata de crear un ecosistema fiable en el que la colaboración pueda prosperar.”
¿Cómo se puede utilizar el análisis predictivo para mejorar la sostenibilidad?
“El análisis predictivo es clave para obtener ventajas importantes en términos de sostenibilidad. Permite anticipar fluctuaciones de la demanda, identificar posibles cuellos de botella y optimizar la asignación de recursos antes de que surjan problemas. Por ejemplo, podemos utilizar datos históricos para prever la congestión del tráfico y ajustar proactivamente las rutas para evitar retrasos. También podemos optimizar el uso de remolques, reduciendo el número de viajes necesarios. En definitiva, el análisis predictivo nos permite pasar de la resolución reactiva de problemas a la optimización proactiva, reduciendo el consumo de combustible, las emisiones y el impacto ambiental global.”
Has mencionado la evolución del rol del planificador logístico. ¿Puedes profundizar?
“Históricamente, los planificadores se centraban en reaccionar ante las necesidades inmediatas. Ahora deben ser analistas de datos, estrategas y solucionadores de problemas. Deben saber interpretar conjuntos de datos complejos, identificar tendencias y tomar decisiones informadas sobre la optimización de rutas, la asignación de recursos y la mitigación de riesgos. Estamos asistiendo a una transición hacia planificadores que saben utilizar herramientas de visualización de datos, comprender algoritmos y colaborar con otros departamentos. Es un rol más exigente, pero también más gratificante.”
¿Cuál es el principal obstáculo que impide una adopción más amplia de prácticas logísticas sostenibles?
“Es una combinación de factores. Existe una falta de concienciación, una cierta reticencia a invertir en nuevas tecnologías y una focalización excesiva en el ahorro a corto plazo. La sostenibilidad suele requerir una inversión inicial, pero los beneficios a largo plazo – reducción de costes, mayor eficiencia y una imagen de marca positiva – superan con creces el gasto inicial. Debemos cambiar la conversación del coste al valor y demostrar las ventajas tangibles de las prácticas logísticas sostenibles.”
El sector logístico tiene la oportunidad de desafiar la idea de que el crecimiento de la demanda y los volúmenes implica necesariamente el mismo ritmo de crecimiento en las emisiones de carbono.
Concentrándose en la eficiencia y adoptando un enfoque innovador en la planificación – ya sea optimizando el diseño de rutas, combinando diferentes modos de transporte o compartiendo recursos – existe el potencial para frenar las emisiones sin afectar a los clientes ni a los márgenes de beneficio. Para lograr este objetivo, es necesario invertir en datos y tecnología. Pero la buena noticia, como subraya Steven, es que la tecnología ya existe y seguirá mejorando.
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